19 de octubre de 2013

El viaje más extraño...

Violetta se quedó dormida... Llegó el auto que era culpable del accidente de Kvothe y sin utilizar mucha fuerza el conductor logró meterla el el asiento del copiloto. Llena de miedo y desesperación ella intentó atacarlo de muchas maneras sin lograr hacerle daño alguno al hombre que la tenía secuestrada, se quitó una zapatilla para intentar lastimar al hombre, arrancó las llaves del auto y éste siguió en marcha... Cuando se tranquilizó un poco le preguntó al desconocido:
-¿qué eres?
- ¡que boba eres!- respondió él
- ¿cómo?- ella insistió
- Sólo vine a despedirme de ti Violetta, tengo que irme pero vine a decirte que te quiero mucho- claramente era la voz y las expresiones faciales de Kvothe
- No puede ser, ¡no puede ser!- gritó ella inundándose de lágrimas

Abrió los ojos y estaba en su cama, jamás dejó de llorar, en el sueño y después en su realidad, la tristeza era inmensa y simplemente no podía controlarse. Se incorporó y caminó hacia la ventana esperando ver llegar a Kvothe, de pronto el cerrojo de la puerta que está a un lado de la ventana se abrió, Violetta aterrorizada corrió hacia el altar y se puso a rezar esperando encontrar paz y ahí parada observó como unos dedos invisibles apagaban la luz de la vela.

No pudo dejar de llorar y gritar en ningún momento, claramente era Kvothe quien estaba en la habitación despidiéndose de ella luego de hablarle en el sueño. Ella entendió algo: ese hombre era lo más importante de su vida, jamás había estado tan mal, jamás había perdido la razón de esa manera.

Un par de horas después Kvothe apareció, su corazón volvió a palpitar y sintió regresar la vida de su alma. Le contó todo a su amado y el la abrazó, gracias a Dios él estaba bien y ella estaba segura en sus brazos.